domingo, 27 de marzo de 2011

Envases que cambian de color ante un alimento deteriorado

Hay un nuevo envase alimentario que advierte, con un cambio de color, de que un alimento se ha deteriorado y, por tanto, no es seguro para su consumo.
La tecnología de los envases alimentarios ha dado importantes frutos en los últimos años. Activos e inteligentes, estas dos formas de conservar alimentos aportan mayores garantías de seguridad y suponen para el consumidor nuevos modos de información y de conservación. En el campo de los envases inteligentes, expertos escoceses acaban de desarrollar un nuevo indicador, elaborado a partir de un "plástico inteligente", que con un cambio de color advierte de que un alimento está a punto de perder su frescura, si el envase se ha roto o está dañado, si ya ha superado la fecha límite de consumo o si no se ha conservado a la temperatura de refrigeración adecuada.
El nuevo indicador se utilizará para el envasado en atmósfera modificada, que mantiene los alimentos en condiciones especiales para prolongar su vida útil. Este sistema de envasado se utiliza cada vez más para detener el crecimiento de microorganismos patógenos y se complementa con una etiqueta donde se indica información como la frescura. Los expertos de la Universidad de Glasgow buscan ahora un sistema para no tener que añadir la etiqueta y, por tanto, reducir costes. Pero al margen de ésta, el objetivo es doble: por un lado, minimizar el riesgo de consumir alimentos en mal estado por una mala conservación y, por otro, reducir el número de alimentos que se desechan en el ámbito doméstico porque ya no están en condiciones de consumir.
El nuevo envase inteligente "comunica" al consumidor si un alimento puede ingerirse o no. Esta información llega de forma visual, con una señal clara de cuándo los alimentos empiezan a deteriorarse. Con este nuevo desarrollo, los expertos esperan poner fin a la confusión que genera información como "consumir preferentemente antes de" o "fecha de caducidad", así como informar sobre cuáles son los alimentos que deben almacenarse en la nevera.
La forma de comunicar de los envases puede basarse en dos métodos. El primero simularía los códigos de barras o los tags de identificación por radiofrecuencia. Otro se basaría en monitorizar las condiciones externas del envase para advertir, mediante indicadores visuales como el color, de posibles cambios físicos.
Las nuevas investigaciones sobre métodos sensoriales para evaluar la seguridad de los alimentos a través de los envases han llevado también a un grupo de expertos daneses a desarrollar un sistema capaz de detectar los malos olores. En este caso, el método se puede aplicar tanto a alimentos sólidos como líquidos. Los envases emiten una señal que desvela que se ha experimentado un cambio en el estado de los alimentos. Factores como la seguridad alimentaria, la trazabilidad e, incluso, el desperdicio de alimentos impulsan el desarrollo de los envases inteligentes, que aportan una información extra al consumidor, y de los envases activos, capaces de interactuar con el alimento para mejorar sus cualidades organolépticas y su seguridad.

martes, 22 de marzo de 2011

Super Tomatitos

Un grupo de científicos del Reino Unido, en colaboración con sus homólogos de Japón y Alemania, han creado unos tomates con un aporte tres veces superior al habitual de ß-caroteno, sustancia esencial para la salud.
Los carotenoides son el grupo de pigmentos vegetales responsables de la gama de coloración de frutas, verduras y flores que va del amarillo al rojo. El organismo humano transforma uno de ellos, el ß-caroteno, en vitamina A, que constituye un nutriente clave. A la carencia de esta vitamina se atribuyen los trastornos coronarios, ciertos tipos de cáncer y una afección degenerativa de la mácula lútea del ojo que puede conducir a la ceguera. Las investigaciones también indican que la ingesta regular de ß-caroteno puede ser beneficiosa para el sistema inmunológico y es susceptible de reducir el deterioro de la piel producido por los rayos solares. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) calcula que la muerte de entre 1 y 2 millones de niños de 1 a 4 años de edad podría evitarse cada año si se les proporcionara más vitamina A.
El tomate y los productos derivados del mismo (como zumos, sopas, salsas y ketchup) son una fuente fundamental de carotenoides en cualquier dieta. Esta hortaliza contiene asimismo otros nutrientes esenciales, como vitaminas C y E y flavonoides. Pero desgraciadamente, la mayoría de la gente consume menos de cinco porciones de fruta y verdura al día, que es la cantidad recomendada.
Una forma de incrementar la ingesta de carotenoides en la dieta cotidiana consiste en aumentar la cantidad de los mismos presente en la fruta y la verdura. Para lograrlo, es indispensable conocer el mecanismo mediante el cual las plantas controlan la formación y la acumulación de estas sustancias, lo que resulta posible gracias a la bioquímica, la biología molecular y la microscopía electrónica. Teniendo en cuenta tanto la demanda económica como las propiedades salutíferas del tomate, incrementar el aporte nutritivo de dicho fruto es una meta transcendental para esta rama de la investigación científica.
El Profesor Peter Bramley y su equipo del Royal Holloway (Universidad de Londres), han logrado alterar el mecanismo del que se sirve el tomate para producir carotenoides inoculando un gen procedente de una bacteria. Este gen transforma el compuesto fitoeno en licopeno, el pigmento rojo brillante de los tomates que participa en la producción del ß-caroteno. Los tomates resultantes contienen hasta 3,5 veces más ß-caroteno. La modificación no afecta ni al crecimiento de la planta, ni a su desarrollo y se transmite de una generación a otra.
Los científicos afirman que, en general, el aporte acrecentado de ß-caroteno y otros carotenoides en los alimentos podría resultar más eficaz que la ingestión de complementos en forma de pastillas, ya que los demás nutrientes de los alimentos actúan en sinergia con los carotenoides. También está demostrado que los tomates procesados y enlatados, así como otros derivados de este fruto, constituyen una fuente de nutrientes aún más saludable, ya que facilitan la absorción de carotenoides en el intestino.
El Profesor Bramley subraya que, por el momento, no se proyecta comercializar los tomates transgénicos. Antes de que se considere siquiera tal eventualidad, deberá realizarse toda una serie de pruebas que garanticen que estos tomates son aptos para el consumo humano.

viernes, 18 de marzo de 2011

Los diez alimentos que te levantan el ánimo

La serotonina, es una sustancia encargada de transmitir las señales nerviosas a través de las neuronas, y tiene una relación directa con el estado de ánimo de las personas: si el nivel en sangre es alto, sentimos placer y bienestar;por el contrario si el nivel es bajo, nos cambia  el humor, crece la ansiedad y el deseo de atracarse con chocolates y bollerías.
 Para que el cuerpo produzca esta sustancia de la “felicidad” necesita la ayuda del aminoácido triptofano, así que para prevenir el bajón y sentirte bien, conviene que incluyamos en nuestra dieta los alimentos que lo contienen en altos niveles.

Las 10 fuentes naturales de triptofano para incorporar en nuestra alimentación son:

1. Poroto verde de soja
Originario de Asia, es rico en proteínas y es reconocido como uno de los alimentos que proveen más cantidad de triptofano al cuerpo.

2. Semillas de lino
Contienen gran cantidad de triptofano y ácidos grasos Omega 3. Con comer entre cuatro y cinco  semillas por día o entre tres  y cuatro  cucharaditas de aceite de lino alcanza para levantar el ánimo.

3. Ananá
Nueces para el amor, ananá para el desengaño. Por ser una fruta rica en triptofano, rescata a los enamorados despechados levantando el humor y los niveles de energía.

4. Plátanos
Las bananas también entran dentro del grupo de alimentos que levantan el ánimo. Como postre o en licuados, son un "sedante" natural para el cerebro y ayudan a inducir el sueño.

5. Espinaca
Es una gran fuente de vitaminas, minerales y ácido fólico, además de triptofano. Se puede comer cruda en ensaladas o cocida en rellenos de tartas, empanadas y pastas.

6. Avena

Con un alto contenido de fibra, proteínas e hidratos de carbono, la avena es un aliado del sistema nervioso, que ayuda a apaciguar la ansiedad.

7. Espárragos
Un superalimento: además triptofano, posee ácido fólico y vitaminas, entre ellas la vitamina C, que mejora la absorción del aminoácido.
8. Queso Cottage
Los lácteos poseen grandes cantidades de triptofano. Entre ellos, el queso Cottage es un  favorito a la hora de planificar una dieta rica en estos aminoácidos. Incluílo en la tuya.

9. Tofu
El queso de leche de soja tiene un doble beneficio: provee de proteínas necesarias al cuerpo y proporciona una buena cantidad de triptofano al cerebro.

10. Pollo
Además de ser una carne sabrosa y rica en proteínas, el pollo contiene altos valores de triptofano, lo que levanta los niveles de serotonina en el cerebro.

domingo, 13 de marzo de 2011

Dieta menos mediterránea

La primera Encuesta Nacional de Ingesta Dietética Española constata que los españoles dan la espalda a la dieta mediterránea. De los 3000 entrevistados se deduce que el  46% no hace ejercicio, ni anda media hora al día. Además, aunque la ingesta energética diaria está en valores normales, 2.482 Kcal, el consumo de proteínas y grasas es excesivo (16 y 40.2%, cuando se recomienda el 12 y 35%) y el de hidratos no llega a lo aconsejable (41,4%, frente al 55%).
Comemos poco, y tampoco necesitamos más, al ser tan sedentarios, y comemos mal, pues la reducción de cantidad no se ha hecho de modo equilibrado; esto provoca carencias de vitaminas y minerales y a la vez favorece la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. El 17,5% toma suplementos alimenticios y el 56% tiene sobre peso u obesidad.
El consumo de carne, con 164 gramos al día, supera los valores ideales, sólo se llega a los 69 gr de patatas y los 101 de pan. “prescindir de legumbres y cereales dificulta el control de peso, pues al bajar los hidratos se incrementan proteínas y grasas”. La carne de ave encabeza las preferencias, seguida de la roja y los embutidos.
Sólo el 37,8% consume fruta a diario, pero menos de tres piezas, revela la encuesta. El 43% de la población toma hortalizas todos los días. El 15% es vegetariano. Entre los preferido se encuentran los cítrico. La población de más edad consume más hortalizas que la joven (208,4 gr al día frente a 185). También más frutas, más pescados, menos carne, menos bollos y menos lácteos.
El 8,43% de los españoles come todo los días laborales fuera de casa. La mayoría, el 47,07%, los restringe a entre dos y ocho días al mes. Un 6,5%, nunca.
Entre los alimentos más consumidos se sitúan, en cuarta posición, las bebidas alcohólicas y los refrescos, por delante de productos saludables como el pescado, los zumos, la pasta o las legumbres. Además el 46% es sedentario y  abusa de las grasas.

domingo, 6 de marzo de 2011

Adictos a la comida sana. Ortorexia

La ortorexia es un trastorno obsesivo que supone un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos. Este trastorno está reconocido por la OMS y que afecta al 28% de la población occidental.
Este tipo de trastorno de la conducta se diferencia de otras alteraciones alimentarias más conocidas, como la anorexia  o la bulimia, en que el problema gira en torno a la calidad y no a la cantidad de comida.
Es un tipo de patología que comienza en muchas personas que ya tienen una tendencia obsesiva a las que la sobreinformación junto a escándalos como el de las vacas locas pueden hacerles ver la alimentación como un peligro.
La obsesión de quienes padecen este trastorno es que su dieta sea lo más pura posible, dedicándole el tiempo que sea necesario. De hecho, uno de los marcadores para su diagnóstico consiste en averiguar si la persona dedica tres o más horas al día en pensar y organizar su dieta.
Los marcadores sirven a los especialistas para ver en qué estadio de la enfermedad se encuentra el paciente. El médico norteamericano Steve Bratman, que puso nombre al trastorno en 1996, señala otros criterios como la falta de socialización o sentimientos de culpabilidad por no cumplir con sus convicciones dietéticas.
La enfermedad puede sufrirse en distintos estadios y en principio cualquier persona puede padecerla. Sin embargo, hay grupos que son más proclives a tenerla, en mayor medida afecta a mujeres y a adolescentes, aunque también afecta a deportistas y especialmente a los fisicoculturistas, además algunos vegetarianos radicales corren el riesgo de caer en la enfermedad, ya que suprimen la carne, la grasa y algunos grupos de alimentos que luego no reemplazan correctamente por otros que puedan aportarles los mismos complementos nutricionales.
Las consecuencias de sufrir este trastorno alimenticio son tanto físicas como psicológicas. Los enfermos pueden padecer estrés o depresión, pero al mismo tiempo hipertiroidismo por la carencia de un oligoelemento como el yodo, así como anemias u osteoporosis.